martes, 3 de septiembre de 2013

Más de una vez pensamos en que si le hablamos lo vamos a "molestar", y nos comemos la cabeza de una manera que no es normal. Siempre está la batalla histórica entre la cabeza y el corazón en tu interior, el corazón te grita que le hables, que seas feliz porque amas a esa persona y lo más seguro es que también esté deseando hablar contigo; mientras que la cabeza te dice todo lo contrario, te dice que puede estar ocupado, que puede estar con sus amigos divirtiéndose y que le estás molestando, que resultas ser una pesada. Esos pensamientos hacen que esa pareja deje de hablarse incluso, por miedo a molestar a la otra persona. Pero realmente esto es lo que pasa:

Pensamiento del chico: *Entro al whatsapp y veo que se acaba de conectar pero no me habla* ¿por qué no me habla? La echo de menos... A lo mejor está ocupada... no quiero molestarla, a ver si me habla pronto...

Pensamiento de ella: Se conecta y no me habla... Estará entretenido, le echo de menos pero ¿y si le molesto? Mejor no le hablo para no resultarle una pesada, ya hablaremos... fuf lo echo de menos, pero no quiero decirle nada para que no se canse de mí, que si le estoy todo el rato hablando llegaré a agobiarle...

Que levante la mano a cuántos les ha pasado eso.



Pero realmente eso son tonterías, si se quieren mutuamente, no pienses que vas a ser una pesada por hablarle porque aunque tú le echas de menos, recuerda que él también a ti. Sois pareja y que se echen de menos no es nada malo.

Lucha por ello.

                        ¿Cuántas veces hemos temido hacer esa pregunta por si nos rechazan?

Como he dicho anteriormente, siempre pensamos que nos rechazaran antes de creer en la posibilidad de que esa persona sienta lo mismo que tú. Tan solo, hay que coger aire y ser valientes, si nos rechazan al menos no tendrás esa sensación de "¿Y qué hubiera pasado si le hubiera dicho lo que sentía?", demostraste ser valiente y afrontar lo que ocurriría, pero créeme, que si hay una posibilidad al menos de que esa persona pueda sentir lo mismo por ti, no dudes nunca, y lucha por ello.

Nunca te olvidaré.

Cuando sientas que echas de menos a las personas que te están cuidando desde el cielo,
tan solo cierra los ojos. Cierra los ojos y lleva la mano al corazón, piensa en todo lo que has
vivido junto a esa persona, todos esos buenos momentos, todas esas conversaciones, todas las veces que te hizo reír, todas las veces que hizo que desaparecieran las lágrimas para sustituirlas por una sonrisa, piensa en todo ello. Recuerda su rostro, su forma de ser y de pensar, recuerda todos los consejos que te dio, recuerda esos chistes malos que te contó para hacerte sonreír, recuérdale tal y como era, y créeme que esa persona lo sentirá. Sentirá lo mucho que lo extrañas porque te cuida desde arriba y aunque no lo puedas ver, esa persona estará siempre junto a ti, echándote tanto de menos como tú. Nunca estarás sola porque siempre estará contigo

.

Ése es mi consejo.

A veces dejamos de intentar, de luchar, tan solo por miedo, miedo a perder, a salir vencido, a algo distinto. Pero tan solo piénsalo, piensa de qué tienes miedo y recuerda esa frase que siempre has oído: "Quien no arriesga, no gana." y replantéatelo, replantéate qué es más importante, si la causa por la que debes luchar o el miedo.
El miedo tan solo es un sentimiento que hace que la mayoría de las veces nos echemos atrás en vez de seguir adelante, y que si te das cuenta, aparece cuando dices "y si no...", tendemos a pensar que siempre va a salir mal, a que todo es negativo y vas a sufrir con ello, en vez de pensar que puedes conseguir lo que te planteas, a que no vas a sufrir, a que serás feliz con ello.
Siempre pensamos mal antes de pensar bien, pero es por un motivo en concreto: el pasado.
Tiempo atrás todos hemos pasado malos momentos que han dejado una cicatriz en nosotros y que a raíz de ello, hemos creado un escudo protector ante cada situación en la que tengamos que decidir, y sin darnos cuenta, más de una vez hemos dejado escapar una nueva oportunidad, una oportunidad para ser feliz.
Esas cicatrices están para aprender de ellas, no para temerlas. Es verdad que dicen eso de "Al pasado ni para coger impulso" y estoy de acuerdo, estoy de acuerdo de que no puedes vivir del pasado pero si puedes aprender de él, no te quedes con la piedra que te hizo caer miles de veces, aprende a esquivarla. Recuerda el pasado no como un enemigo, sino como un aliado que te permite aprender a no cometer los mismos errores.
Te aliento a que dejes atrás ese miedo, y aunque cueste, seguir luchando por lo que verdaderamente amas.