martes, 14 de octubre de 2014

Estoy harta de toda esta sociedad, más que estar harta, me da asco.

Me da asco vivir en un mundo donde una mujer es más bella cuando lleva menos tela en su ropa; entras en una tienda y ves como la ropa de chico cada vez está mejor, y te vas a la parte de mujer y todo lo que ves son faldas que parecen cintos, camisetas que parecen sujetadores deportivos y pantalones cortos que dejan ver el comienzo de la nalga,... ¿En serio? Y lo más gracioso es que eso puede valer muchísimo, para luego ir más cubierta con ropa interior y una bufanda que con todo eso junto. 

Entrar a las redes sociales cuando se acerca una festividad y ver que los disfraces de mujer... Me hace plantearme si de verdad debería considerar eso ropa. No sé ustedes, pero tengo un concepto distinto de disfraz de militar al de un vestido con estampado militar muy por encima de las rodillas y un ligero.

Y lo que te tratan de vender es un prototipo "perfecto" de belleza, para que te consideren realmente guapa tienes que ser alta, delgada, de piernas largas, llevar siempre el pelo perfectamente arreglado, una sonrisa de anuncio, muy maquillada, tacones altos y la mejor ropa que se pueda encontrar, pero si llevas escote y una falta corta mejor que mejor, y no nos olvidemos de tener una buena talla de sujetador. Perdonadme pero eso es degradante.

No sabes lo que puede llegar a herir un "eres fea", "nunca encontrarás a nadie que te quiera porque eres fea", "eres tan gorda que vas a salir rodando", porque para ti es un minuto de gracia, para esa chica es una lucha interna consigo misma, es pánico a mirarse a un jodido espejo y derrumbarse ante él entre lágrimas por todos esos malditos comentarios de gente que se cree chistosa diciéndolo.

Sinceramente, solo rezo porque esta gilipollez cambie algún día y dejen de hacernos creer en ese ideal que nuestra propia sociedad ha creado para dar paso a un tiempo de madurez y aceptación personal, porque permitirme decir que cada persona es hermosa, tanto por fuera como por dentro, y ojalá, alguien sepa abrir los ojos a tiempo y diga: "voy a atreverme a conocer a esa persona antes de juzgarla". Mientras vosotros sigáis viendo como lo mejor de este mundo a la muñeca Barbie, yo veré como lo más increíble a las chicas que no dejan de ser quienes son por lo que el resto quieren que sea, sin una tonelada de maquillaje encima, en chándal y con un moño deshilachado.